¡Buenos días, cuidadores!
Hoy voy a contarles la importancia de dedicar algunas horas de su vida a mantenerse informados sobre diversas cuestiones que incumben a la enfermedad de Alzheimer y cómo han de proceder quienes cuidan de estas personas, dado la dificultad y la complejidad que entraña toda demencia.
Como saben, el proceso del desarrollo del Alzheimer puede ser largo e imprevisible, y por eso el enfermo puede pasar por diversas etapas graduadas que van desde un estadio leve hasta un estadio avanzado. Y cada periodo reviste sus complicaciones y sus necesidades.
Si bien es cierto que la persona cuidadora cuenta con el apoyo de algunos profesionales sanitarios —especialmente, el neurólogo, como les comenté en alguna ocasión— o sociosanitarios, la mayor parte del tiempo se halla sola ante esta dura realidad. Y es ahí donde entra la urgencia por formarse para convertirnos en profesionales de los cuidados.
Por supuesto, no hay mayor enseñanza que las que nos deja la convivencia diaria con nuestro familiar enfermo, pero el mismo espera de nosotros no sólo un apoyo y una compañía, sino también que seamos capaces de aportarle protección y soluciones.
Estar preparados para afrontar esta enfermedad y todos los episodios desconcertantes y los cambios bruscos que conlleva requiere, aparte de fuerza de voluntad y predisposición, formarse e informarse: saber de qué se trata, qué nos exige, qué nuevos tratamientos hay al respecto, y sobre todo, cómo podemos ayudar a nuestro enfermo en las medidas de nuestras posibilidades y cómo podemos atravesar los cuidadores esta etapa sin morir en el intento.
POR DÓNDE EMPEZAR A BUSCAR (IN)FORMACIÓN PROFESIONAL
Como comenté en una entrada anterior, soy partidaria del método de «ensayo-error», de aprender actuando, evaluar nuestros errores y corregirlos en nuestras siguientes acciones. Pero, si bien la práctica es indispensable («la experiencia es un grado»), la teoría también ayuda a hacer nuestro trabajo mejor.
No siempre es preciso hacer cursos de larga o media duración. A veces basta con visitar algunos blog o páginas web destinados a la enfermedad de Alzheimer y la tarea de sus cuidadores. La oferta es enorme y cada vez van apareciendo más espacios virtuales y presenciales que dedican formación o divulgación al respecto.
Ante todo recomiendo acudir a las clases, seminarios, jornadas o talleres que impartan las AFAs —Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer—, dados los beneficios de obtener explicaciones en vivo y en directo, además de ser un lugar de encuentro con otros cuidadores en las mismas circunstancias.
Pero si por algún motivo no tenemos esta opción a nuestro alcance, resulta una buena idea echar mano de los numerosos cursos en línea que existen en la actualidad, muchos de ellos gratuitos y que cuentan con la comodidad de poder seguirlos cuando mejor nos convenga. Realmente, dado el escaso tiempo libre libre del que dispone el cuidador principal, esta alternativa es sumamente idónea.
En estos últimos años, por ejemplo, yo he realizado unos cuantos, unos mejores que otros, y unos más adaptados a los aspectos clínicos de la demencia, mientras otros tenían como cometido aportar conocimientos a los cuidadores domésticos. Algunos de estos:
—> La plataforma del Instituto de Altos Estudios Universitarios en Abierto (www.aieu.net) posee un interesante catálogo de cursos propios de la rama sanitaria, entre los que destaca éste sobre Lenguaje y comunicación en la enfermedad de Alzheimer
—> Cruz Roja Española es una institución muy sensibilizada con la problemática que genera esta demencia en las familias que conviven con un paciente de estas características. De ahí que ofrezca un espacio virtual dedicado íntegramente al Alzheimer (www.crealzheimer.es) y otro fenomenal destinado a los cuidadores (www.sercuidador.es)en el cual se brinda numerosa formación para los cuidadores: http://www.crealzheimer.es/crealzheimer_01/formacion/index.htm
—> La Universidad Internacional de la Rioja (España), dispone de una página especializada en formación acreditada de cuidadores tanto profesionales como informales: Supercuidadores. Su vasto catálogo de cursos es muy interesante, aunque casi todos son de pago 😦 . No obstante, si siguen a esta entidad a través de redes sociales como Facebook, pueden enterarse de cursos gratuitos —y acreditados— para cuidadores domésticos. Yo he hecho este curso y, en mi opinión, estuvo muy bueno y me sirvió de ayuda.
Una buena formación nos ayuda a reformar nuestros cuidados y nuestras actitudes para con nuestro familiar. Lo bueno de esta clase de cursos es su brevedad y la practicidad de poder realizarlos a nuestro ritmo. Hoy en día existe una gran oferta de ellos, yo solamente he señalado unos pocos.
OTROS RECURSOS INFORMATIVOS VIRTUALES: BLOGS Y REDES SOCIALES
Miren, amigos, si me lo permiten, les voy a echar un cuento, que a su vez resulta ser una confesión ;). Tomar la decisión de realizar algún curso sobre demencias y enfermedad de Alzheimer no fue algo fácil ni natural para mí, de hecho, me mostraba muy reacia a ello, ya que pensaba que de hacerlo me vería perdiéndome más y más en el laberinto de esta absorbente dolencia.
Así que es lógico que no queramos invertir el escaso tiempo libre del que disfrutamos asistiendo a cursos sobre el mundo que rodea al Alzhéimer. Y está bien. No es algo negativo. Pero es bueno recopilar la mayor información sobre lo que trae consigo una demencia, porque nadie nunca esta realmente preparado para lidiar con ella y a ser una persona cuidadora se aprende sobre la marcha, a los golpes y los empujones.
Pero precisamente si este es el caso de alguno de ustedes, entonces la mejor opción es navegar en los numerosos blog y perfiles de redes sociales que poseen numerosos grupos o instituciones vinculados a esta temática del Alzheimer y el mundo de los cuidadores.
En cuanto a blog o páginas web hay miles en la red, pero yo les voy a indicar un par de ellos para que se hagan una idea:
—> Como ya les comenté anteriormente, Cruz Roja Española dispone un blog fantástico y muy instructivo centrado en la demencia de Alzheimer, con información de toda índole. Su página es www.blogcrea.imserso.es
—> La Fundación Pasqual Maragall ha creado recientemente un blog llamado «Hablamos del Alzheimer» (www.blog.fpmaragall.org), una herramienta informativa rigurosa y de calidad sobre esta enfermedad, avalada por científicos, expertos y profesionales de la Fundación.
—> También me gusta una web de reciente creación llamada Atención al mayor (www.atenciónalmayor.com), donde pueden hallar información mu útil y de todo tipo —desde tratamientos o terapias no farmacológicas hasta explicaciones sobre los aspectos más físicos o sintomáticos de la enfermedad.
—> Otra página que me parece muy interesante por la diversidad de sus artículos es Mi web de salud (www.miwebdesalud.com). Consiste un espacio dedicado a la cultura sanitaria en general, pero su blog y sus monográficos son muy precisos y, por supuesto, en alguna ocasión, tratan asuntos de salud vinculados con la enfermedad de Alzheimer.
En fin, podría pasarme horas y horas nombrándoles páginas, blogs y perfiles de redes sociales —principalmente Facebook— de donde extraer noticias e información adicional de bastante utilidad para los cuidadores. De hecho, las páginas web de las numerosas fundaciones y asociaciones dedicadas a la demencia de Alzheimer también se muestran como una buena elección. Pero como cada uno de nosotros tiene sus propios gustos y criterios, considero recomendable que ustedes elijan sus propias fuentes de información.
Más que nada lo que mi interesa compartir con ustedes es mi experiencia en este ámbito y por qué me parece recomendable sacar tiempo para instruirse un poco :).
Y NO OLVIDEMOS CULTIVAR NUESTRO BIENESTAR EMOCIONAL COMO CUIDADORES…
Por otro lado, amigos, y ya que estamos hablando de recursos de información y formación que nos ayuden a mejorar nuestras vivencias como cuidadores, me parece indispensable remarcarles el beneficio de dedicar parte de su tiempo a indagar sobre consejos prácticos que nos permitan gestionar nuestras emociones.
Y es que sabemos que la tarea de ser cuidador permanente supone un gran desgaste anímico y si no contamos con la fortaleza interna suficiente, podemos llegar a caer en las garras del lastimoso síndrome del cuidador quemado, como ya hemos hablado en otras entradas de este blog.
En este sentido, asistir a algún cursillo, taller, o simplemente una charla —o lectura— de coaching o psicología emocional, resulta una idea casi obligada. Porque así como nos molestamos por ser mejores cuidadores de nuestros familiares dependientes, también debemos aprender a contar con una consciencia lúcida y enérgica que nos permita actuar con inteligencia emocional a lo largo de todas las vicisitudes que nos presenta la convivencia con un enfermo de Alzheimer.
Algunos recursos a nuestro alcance que pueden sernos de gran valor son, a mi modo de ver, los siguientes:
- Las plataformas de cursos online gratuitos como Coursera (www.coursera.org), Miriada X (www.miriadax.net) o Edx (www.edx.org) suelen ofrecer cursos de mindfullness o psicología positiva.
- Visitar webs de psicología y desarrollo emocional como El vaso medio lleno (www.elvasomediolleno.guru), La mente es maravillosa (www.lamenteesmaravillosa.com) El rincón de la psicología (www.elrincondelapsicologia.com) Resilência mental (www.resilenciamental.com), Psiconlinebrasil (www.psiconlinenews.com) —éstas dos últimas están en lengua portuguesa— siempre son una opción fantástica.
- Incluso, una página como la de Mia Astral, (www.miastral.com) centrada aparentemente en astrología, pero que contiene gran cantidad de material sobre coaching y kabbalah, resulta de gran ayuda para trabajar nuestro empoderamiento personal.
- Asimismo en Youtube encontramos numerosos videos sobre charlas Ted que inyectan un enorme optimismo 🙂
Sí, amigos, numerosos son los recursos que tenemos a nuestro alcance para reforzar nuestro estado de ánimo y adoptar una actitud positiva ante las adversidades y la fatiga emocional que causa el cuidar a enfermos con demencia. ¡¡Así que no los desaprovechen!!
Espero que esta entrada les haya resultado práctica y les incite a no dejar de cultivar el aprendizaje permanente. Porque una buena (in)formación aplicada a la vida diaria puede hacernos la vida mucho más fácil. Y el saber no ocupa lugar, pero marca la diferencia, toda vez que nos hace más conscientes de todo lo que podemos llegar a hacer y, especialmente, llegar a ser ;).
¡No nos conformemos con ser meros espectadores de las cosas negativas que salpican nuestras vidas! Antes bien, seamos artífices de nuestra realidad, tomando las riendas de la misma y preparándonos lo mejor que podamos para afrontar las adversidades.
Por supuesto, si ustedes conocen más materiales de apoyo que les hayan servido para centrarse en su papel de cuidadores, ¡¡no dejen de compartirlos con todos nosotros!! ¡Cuántos más consejos, mejor! 🙂
¡Les dejo un abrazo muy afectuoso, cuidadores!